Otro fin de semana que nos vamos a Cantabria aprovechando mis clases. Esta vez además de Kato y Melenas se animaron unos amigos suyos vascos muy divertidos, Esti e Iván. Además de muchas aventuras, lo mejor fueron las comidas, las cenas, las cañas, las risas.
El Sabado por la mañana nos cogimos los kayak y remontamos el Pas, muy bien el ritmo de estos chicos y más sabiendo que para unos era la segunda vez y para otros la primera en coger un remo.
Una comida a base de croquetas y pasta y yo a dar clase mientras que los mansilleses llevaron a Esti e Iván a disfrutar de la Picota, esa montaña que en media hora te sitúa en un balcón espectacular y que además nos lleva a rememorar la guerra civil con sus nidos de ametralladoras.
Por la noche muchas risas (Iñaqui Willians y Aritz Aduriz estuvieron en muchas de las coñas) unas copas y a descansar que al día siguiente nos tocaba madrugar para hacer dos ferratas.
A las 9 am estábamos en la oficina de turismo de Ramales de la Victorias alquilando el material. Empezamos con la Ferrata del Cáliz, una ferrta muy entretenida y bastante sencilla. Además nos permiten disfrutar de las vistas espectaculares del Pico San Vicente. Es una ruta que está catalogada con la dificultad de k3 (máximo k6) y que se puede hacer incluso con niños intrépidos.
Rápidamente nos cogemos el coche y nos vamos al pueblín de Matienzo donde una nueva ferrata nos esperaba, la Ferrata del Risco. La dificultad de esta ferrata es mayor sobre todo en el desplome final tras franquear la cascada. Me pareció más bonita, sobre todo por la cascada.
Seguimos el finde semana...en la siguiente entrada!!!
Más fotos de la ruta en kayak
Más fotos de las ferratas (Cáliz y el Risco)
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